Hay unos infinitos más largos que otros, pero eso no significa que no sean intensos y no se vivan, que no se disfrute cada momento de ellos.
Hay infinitos que sólo duran unos meses pero son los mejores meses de su vida. Otros infinitos, en cambio, duran una vida pero no son recordados.
A veces, nos centramos tanto en un infinito y en un para siempre, que nos olvidamos de vivir el ahora, y aprovechar cada minuto para conocernos y hacernos felices. En cambio, hay otras veces que nos centramos tanto en el ahora que nos olvidamos que nos queda vida por delante.
Por eso, yo no quiero un infinito, ni un presente, ni un pasado. Quiero momentos, quiero un poco a poco que dure toda mi vida, un poco a poco que esté lleno de sonrisas y alguna que otra lágrima pero de felicidad.
Por eso, yo no quiero un infinito, ni un presente, ni un pasado. Quiero momentos, quiero un poco a poco que dure toda mi vida, un poco a poco que esté lleno de sonrisas y alguna que otra lágrima pero de felicidad.
Puede que los infinitos sean para siempre, pero no hay para siempre si no se te recuerda, y para ser recordado tienes que dejar grandes recuerdos. Sí, recuerdos, porque es de tu recuerdo de lo que hiciste sentir en ese momento de lo que se te piensa. Hay veces, que solo con la distancia, los recuerdos te hacen darte cuenta que estás compartiendo buenos momentos, y dichos momentos dejan recuerdos que pueden ser un infinito...
Escrito por @srtadesquiciada
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