PARTE 1. EL ENCUENTRO
CAPÍTULO 1: ELLAS
MARTINA
-¡Martina salgamos ya! Por favor…
-No sé Gabi, no me convence… No entiendo porqué quieres ir.- digo mientras me pongo el vestido de color verde agua que me regaló mi madre por las Navidades anteriores. Me queda perfecto, se me ciñe en la cintura como un guante y cae suavemente acariciando mis muslos. Me queda justo por la rodilla, y el escote es pequeño, enseñando solo mis clavículas, me encanta. Es perfecto
-Marti vamos, ya te lo he dicho, me gustan las chicas y quiero probar a ir a un bar de ambiente, tú eres mi mejor amiga y no quiero ir sola. Es normal ¿no?
-No. Y no me llames Marti, ¿Y desde cuándo te gustan las chicas?
Veo como mi amiga intenta ocultar la risa.
-Desde siempre.
Suspiro y me pongo las sandalias. Cuando termino, pega un salto de la cama y tira de mí hacia la puerta del piso. Pienso en mi madre, jamás aprobaría que acompañe a Gabi a un lugar como ese. Y aunque yo no se lo admita tampoco apruebo que de repente tenga un comportamiento así. Nos despedimos de Ana, la otra compañera de piso y salimos hacia el coche. Cómo no, conduzco yo, y sigo sus direcciones hasta el sitio.
-Aparca aquí.
-Pero no hemos llegado.
-Por eso, habrá pocos sitios, está a cinco minutos, damos un paseito. ¡Y deja de quejarte tanto Marti!
-No me quejo- refunfuño.- Es solo que no me agrada esta idea, me siento incómoda. Y he anulado la cena con Mateo para venir a esto y mintiéndole Gabi. En los dos años que llevamos juntos nunca le había mentido. Y ahora le miento para rodearme de un montón de chicas que ni siquiera saben lo que quieren.
Me arrepiento en cuanto veo su cara.
-Pues vete si es lo que quieres Martina.- Y sale del coche pegando un portazo.
Apago el coche, cojo el bolso y salgo corriendo detrás de ella, es más alta que yo y anda rápido.
-¡Gabi por favor! ¡No quería decir eso!
-Pero lo has dicho.- me grita sin aminorar el paso.
Intento alcanzarla, pero de repente se mete en un bar y me quedo quieta, no sé si entrar… ¿Qué va a pensar mi madre de mí? ¿Y Mateo? Me enviarán a casa sin dejar que me explique y perderé la plaza en la universidad… Una vocecilla en mi subconsciente me hace caminar hacia el bar, Gabi es mi amiga, y solo estaré una hora, luego nos iremos. Sí, eso es. Entro.
ALBA
Salgo de uno de los aseos y me dirijo directamente a lavarme las manos y la cara.
-Alba, me encanta tu romanticismo, en serio. Me follas y me dejas sola ahí dentro - dice Carmen saliendo del mismo aseo y terminando de colocarse decentemente la ropa.
-Huelo a tu coño por todos lados - le sonrío a través del espejo mientras me restriego más la cara con jabón y agua.
-Me gusta marcar lo que es mío.
-Yo no soy nada tuyo - suelto sin tan siquiera esperármelo.
-Tías, idos a pelearos o a follar otra vez pero fuera de aquí - nos grita María intentando entrar con ayuda de codazos en uno de los aseos, la dejamos pasar o íbamos a verla muy mojada pero por otro motivo.
-María , mea de una puta vez y deja de decir gilipolleces - le indico un aseo que queda libre y María casi se lleva por delante a 4 chicas para entrar en él.
-Eres mía y lo sabes - me dice Carmen con una sonrisa burlona y mordiéndome cariñosamente el hombro izquierdo - Me voy antes de que me estampes contra la pared - y sale del wc ráuda.
Mientras me seco con las toallitas de papel, vuelvo a recriminarme (como siempre suelo hacer) el porqué terminaba siempre follándome a Carmen sabiendo a ciencia cierta, que ella estaba por mí. “Alba, te gusta demasiado el sexo como para estar con tantos remilgos” y con eso intento acallar mis remordimientos; porque aunque por fuera sea para todos la Alba fría, calculadora y sin sentimientos, solo yo sé quién soy realmente.
Termino de secarme y salgo para volverme a encontrar con toda mi gente, que se encuentran sentadas en la esquina más oscura del local (las dueñas del bar terminarán reservando y poniendo nuestros nombres a esa esquinita, o si no al tiempo), ya que es donde terminamos siempre borrachas o colocadas o follando o literalmente dormidas.
MARTINA
En cuanto pongo un pie dentro ya estoy deseando salir, llamar a Mateo y quedar para ver una peli o dar un paseo. Pero me obligo a recordarme que se lo prometí a Gabi y doy un paso, la busco con la mirada. El bar, o local o lo que sea es horrible, nunca había estado en un sitio de estos, pero ya es tarde para arrepentirme, las luces chillonas que se mueven hacia todos lados me producen dolor de cabeza, y la música que suena por los altavoces retumba en mis oídos y me produce una sensación de rechazo inmediato, solo habla de sexo ¿esto es lo que se escucha en discotecas y locales?
Mientras pienso que no me he perdido nada al no salir nunca por sitios así voy recorriendo el sitio con la mirada en busca de Gabi. Esto está lleno de mujeres. En el centro hay un enorme espacio en el que algunas bailan, se tocan o se besan, cosa que me hace apartar rápidamente la mirada. Enfrente de mí al fondo hay una barra con algunas banquetas altas donde las chicas hablan, y una mujer con aspecto tosco sirve bebidas. Y los lados están llenos de mesas y sofás, de nuevo llenos, donde las chicas ríen y hablan y beben.
Sin pretenderlo mi mirada se posa en una esquina donde hay un grupo de unas cuatro chicas sentadas en sofás alrededor de una de las mesas.
Tres de ellas se ríen mientras una se fija seriamente en las chicas que bailan en el centro, sigo su mirada y veo a una chica morena de pelo liso, que baila provocativamente con una rubia con un espantoso vestido negro que deja poco a la imaginación. Me quedo mirando un buen rato hasta que la rubia me mira y me devuelve a la realidad, me sonrojo y bajo la mirada.
No veo a Gabi por ningún sitio así que me dirijo a la barra y pido una Coca-Cola light. La camarera frunce el ceño antes de servírmela y me pregunta si prefiero pagar ahora o luego.
-Eh… ahora.- consigo decir.
-Bien. Uno sesenta
-Claro.- saco el monedero del bolso y pongo dos euros en la barra.- Quédese el cambio.
La camarera lo coge y se va. Me siento en una banqueta y empiezo a dar pequeños sorbos a mi Coca-Cola light mientras pienso cómo buscar a Gabi, ¿dónde se habrá metido?
ALBA
-No sé si te has dado cuenta pero… Siempre me utilizas para darle celos a Carmen - me grita en el oído Asun mientras bailamos en la pista muy, muy juntas. Mi vista se dirige a nuestra esquina y efectivamente la mirada de Carmen no presagia nada bueno.
-Ese es su problema, no el mío - le contesto agarrándole bien el culo, acercándomela más si cabe - Y no te utilizo, nos utilizamos mutuamente cuando nos apetece. - le como la boca para que Carmen se dé por enterada.
De reojo veo que retira inmediatamente la vista de nosotras y se levanta como un resorte dirigiéndose a no sé donde, me da igual. Bueno, no; no me da igual, es mi amiga y no paro de hacerle putadas. Soy una gilipollas integral, ¿no os lo había dicho? pues sí. Trato a la gente fatal, no porque quiera intencionadamente hacerlo, pero es que me importan una mierda cuando quiero conseguir algo. No suena muy bien, lo sé; pero después me arrepiento al segundo. Y es lo que me estaba pasando ahora, buscaba desesperadamente a Carmen, ¿dónde puñetas se habría ido?
-Es algo incómodo que me estés besando mientras buscas a otra ¿sabes? - a Asun no le falta razón.
-Perdona - noto algo de calor en mis mejillas
-¡¡¡Pero si eres humana!!! - bromea al verme algo nerviosa - Anda, ve a buscarla. Juro que lo que acaba de pasar no se lo contaré a nadie. - Me mira con ojos tiernos como comprendiendo lo que podría haber entre Carmen y yo.
-Asun, eres gilipollas, en serio - le sonrío y en ese instante veo a Carmen sentada en un taburete de la barra. Eso ya me tranquiliza bastante, aunque ahora vendrá lo de siempre: gran borrachera, que nos vomite encima, que no pare de llorar, que me declare su amor a los cuatro vientos y echar a suertes a quién le toca llevársela a casa a dormir la “mona” para que sus padres no la vean en ese estado. Para eso, todavía quedaba un buen rato, Carmen tenía un aguante descomunal, así que todavía podía disfrutar de la noche.
No sé por qué mi vista se desvió un poco a la izquierda de la barra y vi a una muchacha sentada en otro taburete intentando encontrar a alguien, ya que no paraba de alzar el cuello para intentar ampliar su campo de visión. Es obvio que no lo conseguía porque no dejaba de hacerlo y además parecía hablar sola como si despotricara de la persona que buscaba.
Llevaba un vestido ceñido a la cintura sin mucho escote, la verdad es que el vestido no estaba mal pero no mostraba mucho de sus encantos, solo unas piernas por debajo de las rodillas que no estaban nada mal pero que no me decían mucho. Pero era nueva en el local y solo por eso, era motivo de prestarle algo más de atención por si se podía degustar ese nuevo especimen.
La actuación para con las nuevas suele ser diferente. Primero y antetodo es que esa persona te entre por los ojos; follar un coño solo por follarlo si después no puedes mirarla a la cara pues como que no. En segundo lugar, deberíamos poner a funcionar nuestro gaydar el cual nos dirá si “entiende” o si es mera acompañante. Si ya pasa del segundo punto, debemos ver si viene sola o no (ella estaba claro que venía con alguien) eso complicaba un poco la cosa pues eso implica el saber quien es su acompañante (amiga, novia, amante esporádica, etc…). Por último, es el acercamiento, generalmente de forma paulatina y es donde sonsacas de manera sutil lo que busca, lo que quiere y como lo quiere. En ese preciso instante es donde hay que activar o no el botón de “AL ATAQUE” o buscarse a otra más apetecible.
Esta chica pasaba el primer punto con creces. No me preguntéis el porqué, puesto que era de lo más normalita tirando a clásica y eso a mí me mataba literal, pero tenía algo. Buscando ese algo, seguía sin encontrarlo: cuerpo normal con sus curvitas y eso (vamos, lo poco que podía distinguir con ese vestido), media melena pero ahora que me fijaba entre estas odiosas luces del local que para estos menesteres eran una auténtica mierda, su cara me pareció preciosa. Decidí que necesitaba verla con más detenimiento. Después si eso, pasaríamos al siguiente punto.
Buzzys
Arwenundomiel
Me ha gustado mucho!! Y ya tengo ganas del siguiente capi!! 😉
ResponderEliminarEnhorabuena!!
Holaaaa perdida. Muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te guste. Estábamos dudando si esta nueva forma de contar la historia funcionaría o no pero parece que va gustando. La historia continúa y seguiréis leyendo como la viven cada una de las chicas.
ResponderEliminarBesotes enormes
Hola!!! Ya me he leído todos los capítulos que habéis publicado! Estoy deseando que sigáis subiendo capítulos, tengo mucha intriga y curiosidad por esta historia de amor! Por cierto sois unas grandes escritoras! Un beso chicas! :)
EliminarMuchas gracias Jennifer por tu comentario y por lo de "grandes escritoras" xDDD. Los capítulos seguirán publicándose porque la historia sigue....
Eliminar¡Muchas gracias! Espero que hayas disfrutado tanto como nosotras al escribirlo. Aunque no lo creas tus palabras nos animan a seguir, porque no estábamos muy seguras de ello.
ResponderEliminarDe nuevo gracias, espero que sigas leyendo.
Un beso enormee
Me ha gustado mucho la forma de presentar la historia. Enhorabuena! Se intuye que ambas pueden vivir una gran pasión al parecer tan contrapuestas... y tan perdidas :)
ResponderEliminarYa llevamos 10 capítulos publicados y parece que la pasión existe (o eso parece ser).... ¿Qué opinas?
EliminarNos encanta que comentéis porque así sabemos que seguís la historia y nos animáis a seguir. Gracias.
Vayaaaaa por fin empiezo a leer muy interesante.... A primera vista parece un poco previsible.... Pero seguro que me equivoco..... A ver si llego al final
ResponderEliminar¡¡¡Ya era hora!!! Espero que disfrutes de la lectura. Es posible que algo previsible puede parecer al principio. Ya me dirás si te imaginabas todo lo que les ocurrirá xDD
Eliminarhola cuando siguen con el relato? me sale hasta el 47 gracias!!
ResponderEliminarBuenos días
EliminarEfectivamente, nos hemos quedado hasta el capítulo 47. Por problemas personales, profesionales y estudios, nos es difícil, por ahora, continuar con la historia.
No podría informarte de cuando continuaremos publicándola. Lo siento.
Un saludo.