NAMASTÉ: es un saludo en la India que también significa"Veo el bien que hay en ti". En repuesta, las personas dicen PRENAM: "Si es así, lo mejor de mí te saluda".
<<El destino que la vida nos tiene reservado está escrito en un lugar cálido y cercano: nuestro interior. Para encontrar allí nuestro verdadero yo, nos hará falta desarrollar la inteligencia del corazón bien provistos de valentía, honestidad y perseverancia.
Podemos convertir nuestra vida en un gimnasio para fortalecer esos músculos que permitirían que nuestro yo alcance su destino, en lugar de caminar por los senderos que otros prefieren. Podemos imaginar que el corazón tiene cinco músculos que hay que entrenar, y que se corresponden con cinco virtudes: La prudencia, la fortaleza, la templanza y la caridad.
La prudencia: Nos dispone a usar la razón para discernir en toda circunstancia lo que es bueno para nosotros y escoger los medios justos para lograrlo. Podríamos decir que diferencia la acción del impulso.
La justicia: Consiste en dar a cada uno lo que le corresponde con equidad. Es la voluntad firme de que el prójimo tenga lo que le es debido. Implica un respeto hacia las otras personas y hacia el bien común.
La fortaleza: Nos asegura que aun en los tiempos difíciles tendremos la firmeza y constancia de actuar movidos por el amor y la confianza. Nos dará la fuerza necesaria para mantener buena cara al mal tiempo.
La templanza: Modera el placer de satisfacer nuestros deseos más instintivos procurando un equilibrio.
Todos los seres humanos tenemos corazón, por lo tanto, todos tenemos la capacidad de conocer a quien allí habita, es decir, de conocernos a nosotros>>.
BELÉN.M Fuente:Revista Mente Sana
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