¿Qué es el petting? Os estaréis preguntando. Yo también me lo preguntaba, no lo voy a negar, me puse a investigar un poco.
Es un anglicismo que viene del verbo to pet (acariciar), verbo que creo que ya está en desuso. Fue muy popular en los años 70, y es llegar al orgasmo sin penetración ninguna.
Por lo que estoy leyendo, se está poniendo de moda de nuevo. El alcanzar el clímax solo con caricias, besos, roces, susurros es muy, pero que muy placentero y, por supuesto, sin necesidad de penetración.
Como es obvio, el artículo que leí hacía mención a parejas heterosexuales que principalmente, por no decir todas, son con penetración. Para nosotras, las lesbianas o bisexuales, el petting puede ser mucho más normal en nuestras relaciones. De todas formas, hay chicas que son muy vaginales y que la penetración es parte importante cuando hacen sexo.
Dejando a parte si somos clitorianas o vaginales, la cuestión es que sepamos que podemos llegar a obtener un orgasmo muy placentero haciendo petting.
Pongámonos en situación, y después me decís si no queréis probarlo:
Empecemos hablando con nuestra amante de lo que queremos hacer. Ponerla en situación para que ella no intente penetrarnos (por supuesto, nosotras no la penetraremos a ella).
Que tal con unos susurros en el oído con lo que pensamos hacerle. Decirle de forma morbosa, ya que sabemos como le gusta oírnos hablar, de cómo me la comería a besos, cómo la lamería entera, cómo me gustaría poseerla. Oírla como me dice lo que querría hacer conmigo. Seguimos con abrazos, caricias tiernas, toqueteos en zonas erógenas.
¿Qué tal vais? ¿Bien? Seguiremos, a continuación, con la boca y la lengua, el lamer y ser lamida, mordiscos en el hombro, cuello o pezones que ya estarán erectos. Unos arañazos en la espalda, con la presión precisa, para erizarte los vellos de la piel. Ese muslo que sube hasta llegar a mi entrepierna para rozarse con mi zona de placer. En este punto, seguro que nos palpita todo y no queremos otra cosa que no sea en centrarnos en esa zona palpitante.
Centrémosno ya en una masturbación de nuestro clítoris (tú misma para que te vea, o que sea ella la que te masturbe, todo vale aquí menos penetración). O quizás... mejor aún, una masturbación mutua.
Llegadas a este punto, o hemos tenido un orgasmo increíble o, si lo acompañamos con un sexo oral, ya podemos llegar a la luna por lo menos.
Que tal con unos susurros en el oído con lo que pensamos hacerle. Decirle de forma morbosa, ya que sabemos como le gusta oírnos hablar, de cómo me la comería a besos, cómo la lamería entera, cómo me gustaría poseerla. Oírla como me dice lo que querría hacer conmigo. Seguimos con abrazos, caricias tiernas, toqueteos en zonas erógenas.
¿Qué tal vais? ¿Bien? Seguiremos, a continuación, con la boca y la lengua, el lamer y ser lamida, mordiscos en el hombro, cuello o pezones que ya estarán erectos. Unos arañazos en la espalda, con la presión precisa, para erizarte los vellos de la piel. Ese muslo que sube hasta llegar a mi entrepierna para rozarse con mi zona de placer. En este punto, seguro que nos palpita todo y no queremos otra cosa que no sea en centrarnos en esa zona palpitante.
Centrémosno ya en una masturbación de nuestro clítoris (tú misma para que te vea, o que sea ella la que te masturbe, todo vale aquí menos penetración). O quizás... mejor aún, una masturbación mutua.
Llegadas a este punto, o hemos tenido un orgasmo increíble o, si lo acompañamos con un sexo oral, ya podemos llegar a la luna por lo menos.
Seguro que ya no pensáis que es tan mala idea, ¿verdad?. Una buena sesión de petting nos puede llevar al séptimo cielo.
Escrito por Arwenundomiel
jajajajaja permiteme me ria,es que todos hacemos petting salvo en esos casos salvajes rápidos del aquí te pillo, contra la pared, la mesa, o como sea
ResponderEliminarJajajajjaja te permito reírte, por supuesto. A ver, la cuestión no es que todos hagamos petting (que es obvio que estoy contigo que eso es así, todos lo hacemos); la idea era hacerlo y terminar llegando al orgasmo pero sin la penetración, que eso puede ser la parte "díficil".
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