Amor sin límites

sábado, 4 de julio de 2015




EL AMOR 
<<Nadie tiene el rostro de mi amada. Un rostro donde los pájaros distribuyen tareas matinales.
Nadie tiene las manos de mi amada. Unas manos que se templan en el sol, cuando acarician lo pobre de mi vida. Nadie tiene los ojos de mi amada. Unos ojos donde los peces nadan libremente olvidados del anzuelo y la sequía, olvidados de mí que los aguardo, como el antiguo pescador de la esperanza.
Nadie tiene la voz con la que habla mi amada. Una voz que ni siquiera roza las palabras, como si fuera un canto permanente. Nadie tiene la luz que la circunda, ni esa ausencia de sol cuando se abisma. A veces pienso que nadie tiene, nadie, todo eso, ni siquiera ella misma >>.

                                                                        
<<Yo voy soñando camino de la tarde, las colinas doradas
los verdes pinos, las polvorientas encinas.¿Adónde el camino va? Yo voy cantando a lo largo del sendero, mientras la tarde cayendo está:
"En el corazón tenía, la espina de una pasión.
Logré arrancármela un día, ya no siento el corazón..."
Y todo un momento, se queda mudo y sombrío meditando.
Suena el viento en los álamos del río, la tarde más se oscurece
y el camino serpentea, se retuerce, enturbia y desaparece.
"Mi cantar vuelve a plañir: aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir, en el corazón clavada..."

 



BELÉN.M            Fuente:Cuenta Conmigo(Jorge Bukay).





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