ES TAN AGRADABLE ABRAZARTE
<<En la quietud de la habitación a oscuras, noto los latidos del corazón de Sara como si llamara a golpecitos a la cancela de la finca vallada donde ahora residen mis viejos sentimientos heridos. "¿Puede salir a jugar Raquel?", parece que pregunté y sé que no me puedo resistir a esta mujer. Como si estuviera provista de radar, justo entonces Sara me da un beso que me hace estremecer de un modo que dudo mucho que haya experimentado ningún miembro de una sociedad civilizada.
Cuando quiero darme cuenta estoy desnuda en la cama mordiéndome el dorso de la mano para no dar al inquilino de la habitación continua algo de lo que hablar. De pronto estoy perdida en la tierra de la lujuria, mucho más allá de tan triviales preocupaciones. Entonces caigo en la cuenta de que esta absoluta falta de timidez, es la piedra angular de la auténtica pasión.
¿Que tendrá Sara, me pregunto, para hacerme vacilar entre extremos tan alejados? En un momento dado estoy hecha un mar de lágrimas rompiendo mi relación con ella, y acto seguido, me veo de nuevo en sus brazos escalando las ardientes cumbres del orgasmo. Sólo me queda suponer que esto es lo que da en llamarse química y que su existencia entre nosotras desafía toda lógica.
Cuando mi pulso baja hasta salir de la franja de riesgo de paro cardíaco y dejo de jadear como un galgo persiguiendo un conejo, me vuelvo hacia Sara y sonrío con ternura. Me siento plena y feliz y se me escapa un suspiro involuntario de satisfacción. Los platos rotos han sido enganchados y en mi mundo todo va bien.
Tengo que marcharme, Raquel - dice Sara -, devolviendo mi atención a su persona y al momento presente>>.
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