SINOPSIS
Sandy Durmmond es el seudónimo adoptado por una mujer española para trabajar en Miami como prostituta especializada en sumisión extrema, BDSM, humillación y deshumanización. Tiene 32 años y lleva prácticamente desde los quince sometida a los hombres.
“Más allá de la sumisión en Hollywood” no es una novela, no es ficción, sino la exposición pública y cruda de sus vivencias escritas por ella misma. Quien redacta estas líneas de presentación es su agente, Óscar, el que más la ha animado a escribir sobre su vida y el primer sorprendido por la calidad literaria y el potencial erótico del texto de Sandy. Como decía alguien, es para leerlo con una sola mano.
En este relato, no apto para menores ni para espíritus sensibles debido a su altísimo contenido de sexo explícito , Sandy Durmmond cuenta con toda crudeza la tórrida relación incestuosa que mantuvo con su padre, un albañil que la poseyó durante los años de su adolescencia y que fue, como ella admite ahora, su primer Amo sin que ninguno de los dos fuera consciente.
Alternándolo con sus primeras vivencias, Sandy nos cuenta uno de sus últimos trabajos profesionales: la orgía secreta de BDSM que algunos de los más famosos actores de Hollywood organizan cada año con motivo del Día de Acción de Gracias. Es lo que llaman “La caza del pavo” o “caza de las putas”, de la que Sandy fue la protagonista principal en 2012. En esta fiesta, una de las más de treinta prostitutas que son contratadas para la bacanal es convertida en el pavo real que centra la mayor parte de la orgía y es sometida a todo tipo de prácticas sexuales, desde las más ortodoxas del BDSM a las más aberrantes y vejatorias que se puedan imaginar.
Esta no es una novela rosa, ni un relato erótico para amas de casa insatisfechas, como ahora están de moda. Es una exposición cruda, a veces cruel, de la vida de una mujer sometida a vejaciones sin fin que, pese a todo, logra encontrar un infinito placer en la humillación, el castigo y la sumisión absoluta.
Sandy recuerda que lo único ficticio son los nombres de quienes aparecen en el relato, tanto el suyo (teme que la familia de su esposo/amo pueda reconocerla) como el de los actores organizadores de la gran bacanal porque tuvo que firmar un contrato de confidencialidad que la obliga a no revelar determinadas cosas.
Por último, quiero invitar a todos aquellos que lean el relato a que se comuniquen con Sandy para expresarle sus impresiones, sean buenas o malas. Ella contestará a todos. Al final del libro está su correo electrónico. También pueden hallar a Sandy Durmmond en Twitter.
SINOPSIS
Sandy Durmmond, la prostituta canaria residente en Miami, nos ofrece un nuevo relato de sus experiencias en la sumisión y el sexo extremo. En este largo relato, Sandy se encuentra de nuevo con Verónika, la fascinante estrella de Hollywood, que la someterá, en compañía de otros actores de cine, a las más aberrantes prácticas sexuales.
Si en el anterior libro («Más allá de la sumisión en Hollywood») Sandy era el objeto central de la orgía de Acción de Gracias del pervertido grupo de actores de Hollywood que lidera Verónika, en este la degradación y el capricho de Verónika la llevarán a convertirse en vaca lechera para ser ordeñada cada mañana. Para ello le administran domperidona, el medicamento que hace subir la leche a sus exuberantes pechos. De vaca de ordeño pasará a ponygirl y después a perra de placer de los mastines del marido de Verónika. Una deshumanización completa que ella lleva con placer.
SINOPSIS
Sandy Durmmond pone a nuestra disposición una nueva entrega de su fascinante vida dedicada a la sumisión. En esta ocasión, la joven canaria nos trae, como siempre, dos historias: una muy reciente, de la pasada fiesta de Fin de Año en Hollywood, y la otra sobre su vida de adolescencia, en la que se forjó su carácter.
Sandy, con esa sinceridad de la que hizo gala en los dos anteriores libros de su autobiografía («Más allá de la Sumisión» y «El capricho de Verónika»), nos cuenta aquí los dos trabajos que hizo en el mes de diciembre de 2012, uno al servicio de cuatro melómanos en Miami y el otro en la fiesta de Fin de Año como camarera en la mansión de un famoso productor de cine de Hollywood, donde deberá satisfacer, con otras compañeras, los caprichos de los invitados.
Paralelamente, Sandy nos relata los últimos y excitantes meses antes de cumplir los 18 años y cómo quedará irremisiblemente ligada a su primer Amo con lazos sentimentales mucho más fuertes que cadenas de acero. Además, Sandy nos cuenta la argucia que utiliza para librarse de la influencia que su maléfica hermana y su cuñado ejercen sobre ella.
Pero lo que será el momento más destacado de su vida en aquellos años es el reencuentro con su padre, un año después de que el infortunio los separara poniendo fin a su especial relación.
Recuerden, este, como los anteriores, no es un relato de ficción. Todo lo que Sandy cuenta es tan real como su propia vida. Que disfruten de la lectura de esta sorprendente mujer que ha sabido trasladar magistralmente al papel sus vivencias más sórdidas y sus amores más románticos y elevados.
La bella Sandy Durmmond nos ofrece otra apasionante entrega de su vida de sumisa con la crudeza que le caracteriza. En “Un collar para Sandy” relata su ceremonia de collarización con apenas 18 años recién cumplidos, la entrega a su primer amo formal, el alemán Jürgen, y nos describe los primeros pasos en el mundo de la sumisión sexual.
Con su lenguaje sencillo y directo, sin tapujos ni circunloquios para decir lo que desea expresar, Sandy se abre al lector en otro ejercicio de sinceridad brutal, de una sensualidad irrefrenable no apta para menores. Las descripciones de su actividad como “fucktoy”, sus primeros trabajos como prostituta y sus avances en “sexo extremo” envolverán al lector en un tórrido ambiente del que le resultará difícil desprenderse.
Hola a tod@s hoy quise hablarles sobre esta serie realmente sorprendente esta serie es basada en hechos reales donde la autora es la protagonista la cual narra su vida desde su niñes hasta su adultes donde narra impactantes historias
He leído solo los dos primeros libros y la verdad que no se los recomiendo a cualquiera el que lea estos libros tendrá que atenerse a leer situaciones de sexo extremo muy extremo cosas que te resultarían bastantes ( disculpen la palabra ) asquerosas cosas inimaginables aunque no miento también excitantes aquí les dejo un pedazo del primer libro
—¿Sabes de donde soy, zorra? —me preguntó.
Yo negué con la cabeza incapaz de articular palabra. Tenía los labios como dos salchichas por los golpes de la regleta y la garganta irritada por la presión de su polla.
—De Texas —dijo con su odiosa sonrisa— y me gusta domar potras salvajes. ¡Ven aquí, sucia puerca!
Me arrastré hasta sus pies y él se apresuró a fijar mis muñecas al collar de mi cuello
mediante unas presillas.
—¡Ponte a cuatro patas! —me ordenó empujándome con el pie y haciéndome rodar.
Como tenía las manos amarradas al cuello solo podía ponerme a cuatro patas apoyando los codos en el suelo, con lo que mis nalgas estaban todavía más empinadas. Él me contempló satisfecho mientras se masturbaba para mantener la erección brutal que había alcanzado.
—Ahora escúchame bien porque no te lo voy a repetir —me dijo muy despacio para que no
me perdiera ni una sola de sus palabras—. Te voy a montar como en un rodeo. Vas a
comportarte como una yegua salvaje hasta el agotamiento. Te vas a resistir con todas tus
fuerzas. Quiero violarte, ¿me entiendes? —yo asentí—. Cuando recibas el primer fustazo debes saltar, gritar, retorcerte, morderme, pegarme coces, arañarme… Todo. Quiero que lo intentes todo para echarme de tu grupa. Si no lo haces no obtendré placer y entonces te azotaré con esto —se dirigió al armario y sacó un larguísimo látigo que hizo restallar en el aire un par de veces antes de pegarme en las nalgas con él. Me dio muy flojo pero me escoció mucho. El látigo es el instrumento más terrible de tortura porque puede abrir las carnes hasta el hueso.
Apenas se usa y cuando se utiliza es para golpes tan flojos que al espectador le parece ridículo porque no es consciente del dolor y los daños que causa.
Dejó el látigo y vino hacia mí haciendo tintinear las espuelas, que eran unos discos dentados.
Se colocó detrás y se sentó en mi grupa un momento, luego me folló con su enorme polla. La presión que hacían las dos pelotas de tenis que llevaba metidas en el culo hizo que su
miembro entrara más apretado. Luego se agarró con una mano al cinturón que me había
puesto. Ahora entendía por qué estaba holgado: tenía que caber su gran manaza.
—Las mujeres deberíais nacer con asas, así nos ahorraríamos estos cueros –dijo con una
carcajada mientras asentaba sus pies en el suelo.
A continuación me pegó un azotazo en las nalgas. Era la señal.
Comencé a agitarme como lo haría una yegua salvaje. Primero lanzando coces y saltando,
después intenté tumbarme en el suelo y rodar. Cabeceé, dejé escurrir mis codos para
tumbarme boca abajo… Hice de todo pero el Amo me agarraba fuertemente por la cintura e
imposibilitaba todos mis intentos y de vez en cuando me clavaba las espuelas en los muslos.
Era consciente de que aquella salvaje agitación mía lo que conseguía era masturbar al Amo, que me follaba y también culeaba y movía las caderas para joderme más y más. Aunque traté de resistirme con toda mi alma, como me había ordenado, también sabía que mi obligación era darle placer. Por eso, de la infinidad de movimientos que podía intentar (todos en vano) para descabalgarlo, me decidí por aquellos que exigían un mayor movimiento de caderas con el fin de masturbarlo lo más posible. Así culeé con violencia arriba y abajo como haría una yegua salvaje, moví las caderas a ambos lados de forma brusca tratando de sacar su polla de mis entrañas, lancé coces intentando clavarle alguno de mis afilados tacones y traté de dejarme caer de bruces en el suelo.
Pero el Amo lo impedía siempre, se adelantaba a mis movimientos y cuando parecía que iba a perder el control sobre mí, le bastaba con tirar hacia arriba del cinturón para elevarme en el aire y dejarme pataleando como un pelele mientras me seguía follando con su gran verga.
No sé el tiempo que duró la lucha pero creo que al menos diez intensos minutos, al cabo de
los cuales yo estaba a punto de dejarme morir exhausta. Pero de pronto el Amo lanzó un gritó que me sobresaltó, un grito de placer salvaje y descomunal al tiempo que era presa de unos espasmos violentos que le agitaban todo el cuerpo y que culminaban en su polla con
poderosos manguerazos de semen ardiente que yo sentía cómo me irrigaban por dentro. Se había corrido en el justo momento en el que yo me sentía morir.
Se dejó caer al suelo conmigo debajo, aplastándome, fundiendo nuestros sudores, que nos
chorreaban de cada poro. Estuvimos así varios minutos. Tumbados de lado en el suelo, con él abrazado a mí, pegado a mi espalda, con su polla metida en mi coño, como hacía mi padre.
Noté cómo se le iba desinflando como un globo aerostático que ha tomado tierra. El Amo se había corrido pero yo no. Aunque aquel juego me había excitado sobremanera, no pude
correrme porque aquella lucha enloquecida era incompatible con el orgasmo. Con mi orgasmo, ese que tanto necesitaba ya.
Diría yo que es la parte "menos escandalosa" ( por así decirlo ) del libro donde narra su relación sexual con el Máster que es quien la pone a prueba para ver si sirve como "pavo" (así se dice en el libro ) para una orgía con actores super famosos de Hollywood donde ella será "el plato principal". La verdad no me gustaría agregar más, ya que es mejor leerlo que solo leer la opinión de alguien más. Espero que lo que escribí te haya convencido a que lo leas.
Escrito por Eliana González