Relato: "Según lo pactado" (Capítulo 3)

martes, 11 de agosto de 2015

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- ¿Estás bien? - le preguntó Melisa cogiendo la cara de Ana y alzándola para mirarla desde abajo. Ana se estremeció al escuchar esas palabras en boca de Melisa, la que desde el principio la había tratado como una puta, como lo que era realmente. Pero ahora se preocupaba por ella. Ana le sonrió levemente.
- Sí, más que bien - le miró a los ojos incorporándose un poco acordándose de la discapacidad de Melisa. Melisa la agarró del culo y la inmovilizó.
- No te quites, no me molestas. Esto es lo que yo quería, sentirme viva, que me hicieran gozar, no sentirme una mierda.
- Shhhhh no digas eso Melisa - le interrumpió Ana poniéndole el dedo índice en los labios  para que dejara de hablar - Tú eres tan..., tan... - no podía expresar sus sentimientos mientras la observaba de arriba abajo. Quería decirle que era tan increíble, tan excitante, tan perfecta para ella. Era lo que siempre había buscado.

Ese tartamudeo le sacó una sonrisa a Melisa que fue el culpable de que a  Ana se le acelerase el corazón de forma peligrosa. ¿Qué le estaba pasando? ¿Qué sensación tan placentera sentía con solo verla sonreir?


- Quiero regalarte algo Melisa - le soltó sin previo aviso rompiendo ese trance hipnótico en donde habían entrado las dos solo con mirarse.

- ¿Ahhhh, sí? - dijo mientras le acariciaba las caderas con sus uñas de arriba abajo - ¿Dónde está?
- Aquí mismo - Ana se fue incorporando yéndose de rodillas hacia la cara de Melisa - Quiero que te lo comas, que disfrutes con él tanto como lo haré yo cuando tú lo hagas- se colocó a horcajadas con su coño húmedo de nuevo en la boca de Melisa, que sin pensárselo ya estaba abierta para devorarla como un lobo hambriento.
- Diossss. ¿Todo esto es para mí? - dijo mientras dio un primer lengüetazo para probarla.
- Ajammm, si tú quieres claro está.
- ¿Y qué te haría pensar lo contrario? - volvió a lamerle ahora con más fuerza.
- Mmmmm, por ahora no lo pienso - empezó a mover levemente sus caderas para provocar.

Melisa la miró a los ojos desde abajo, esa visión la ponía, la ponía y mucho. Sus manos se posaron en los glúteos de Ana y la acercó más hacia su boca ávida de ella. Esa postura, esa perspectiva, ese coño, esa mujer la estaban llevando a unos extremos de excitación nunca vividos.  Quería comérsela, beber de su excitación y ver como ella se rendía y se dejaba llevar al clímax más intenso. Empezó a lamerle a un ritmo más rápido, Ana le miraba desde arriba y le sujetó la cabeza hundiéndola más en su coño. Después continuó succionándole el clítoris erecto y duro, chupándolo con dedicación, Ana empezó a mover sus caderas más rápido buscando el roce contra la boca de Melisa. Esa lengua juguetona encontró la entrada al interior de Ana y allí remoloneó un momento. Con la puntita jugaba a entrar un poco y se retiraba. A Ana ese juego le puso cardíaca, quería más, quería que la penetrase, pero era su regalo y la dejaría que le hiciera de todo lo que quisiera y como quisiera; pero como siguiera así se correría en segundos, ese juego le estaba haciendo llegar a la cima en un tiempo récord. Se empezó a morder el labio inferior, intentando con ese gesto distraerse de ese inminente orgasmo y poder atrasarlo un poco, aunque sea algunos minutos más. Cerró los ojos y echó su cabeza hacia atrás mientras seguía moviendo sus caderas al ritmo de la lengua de Melisa.

- Si sigues comiéndome así, me correré entera en tu boca - Melisa al escucharla intensificó ese juego de su lengua entrando y saliendo - Joderrrrr Melisa no me quiero correr sin que me poseas pero así me voy, no aguantaré - La lengua juguetona paró de inmediato.
- ¿Quieres que te folle? - Ana asintió con la cabeza mientras miraba con deseo incontrolado a los ojos negros de Melisa. Ella le sonrió desde abajo y su mano derecha se dirigió a ese centro ardiente y sus dos dedos se hundieron sin piedad en Ana - ¿Quieres sentirme dentro de ti, hundirme bien adentro? - la penetró varias veces con fuerza, moviendo sus dedos dentro de ella buscando su punto de placer.
- Diossssss, ahí. Ahí, dame ahí. Eso es Melisa, joderrrrr no te muevas de ahí - le cogió la cabeza invitándole a que le comiese el coño mientras la penetraba con los dedos. Ana se echó un poco hacia atrás y con la otra mano la penetró sin previo aviso. Melisa no se lo esperaba y al sentir que la volvían a follar fuerte sintió de repente un amago de orgasmo colosal - Fóllame fuerte, que te sienta muy dentro de mí. Dame bien fuerte nena - decía Ana mientras la penetraba una y mil veces hasta más allá de los nudillos. Melisa sentía que todas sus terminaciones nerviosas las tenía sobreexcitadas, no podría aguantar mucho más; pero no quería ser ella la que se corriera primero, eso sería admitir su derrota, dejaría ver su debilidad ante Ana. Aprovechó que había atinado con el punto G de Ana para darle sin descanso en ese sitio tan sensible, tan receptivo, tan explosivo.

- Mmmmmmmm, fóllame así y no pares hasta que me corra en tu boca - grito Ana moviéndose ya arítmicamente, solo quería más roce, más profundidad. Ya estaba en la cima, solo necesitaba saltar y dejarse llevar por el placer más intenso que intuía que le iba a arrasar todo el cuerpo. "Ohhhh diosss mío, no es intuición, es que me voy a correr como una verdadera perra. Joderrrr" pensó Ana cuando sintió como desde lo más profundo de su ser le explotó el orgasmo más intenso de su vida - Me corro, me corro diosssss míooo.

Esas fueron las palabras claves para que Melisa se sintiera victoriosa por llevarla al orgasmo. Ya podía dejarse llevar por el orgasmo contenido desde hace ya tiempo. Movió sus caderas buscando la máxima penetración con los dedos de Ana

- Fóllame fuerte nena que me voy contigo. Bien fuerte, que yo te sienta dentro, muy dentro - Ana obedeció como pudo intentado controlar sus temblores tras el orgasmo vivido pero le era difícil porque Melisa seguía hundiéndose en ella sin parar y devorándola como un animal hambriento.
- Joderrrrrr, me viene otro. Diosssss, Melisa me corro otra vez - empezó a balancearse en la boca de Melisa mientras que aprovechaba sus propios movimientos para introducirse en ella y hacerla que fueran juntas a lo más alto.
- Ohhhh siiii, no pares nena. Sigue así, sigue así. Me corro contigo. Diossssssss - en ese instante Ana dejó sus dedos dentro de Melisa sólo haciendo círculos para poderse centrar en el placer que todavía seguía sintiendo y que era mucho más placentero mientras veía como Melisa también se dejaba llevar por él. Juntas, en éxtasis, con unos movimientos muchos más pausados, disfrutaban de los restos de esa sensación de hallarse realmente saciadas la una de la otra.


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Escrito por Arwenundomiel

6 comentarios:

  1. Demasiadoooo buenooooo!!! DIOS!! esperaré con ansias el siguiente capítulo!

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    1. Gracias María por tu comentario. Me alegra saber que te gusta el relato. Tal y como está el asunto, la historia realmente promete xDDD. Un saludo.

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  2. No esta mal, sabiendo q me esperaba algo parecido XD
    Pero, me ha gustado... al final Ana, keria perreo y Melisa se lo dio, :P
    Gracias Arwen, muy chulo. Con ganas de q nos des algo más de tu talento :P

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    1. jajjajajjajaj ¿Te esperabas algo parecido? Vaya, es posible que nos parezcamos un poco. Y ya que te esperabas lo que iba a pasar, dime... ¿Cómo crees que seguirá la historia?. He de advertirte que llegamos al desenlace final xDD.

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  3. oohh O.o me encanto este capitulo tan carnal...pero teniendo su espacio de tranquilidad dándole, el paso a esos sentimientos que irán floreciendo a lo largo de la historia....eso espero..

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    1. Me alegra ver que te va gustando la historia. Mañana publico el último capítulo. Prometo que será interesantísimo. Espero que te guste y que comentes aquí. Saludos.

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