Txupinazo aste nagusia Donostia

Semana Grande de

Donostia-San Sebastián

La Semana Grande de Donostia-San Sebastián comienza con el cañonazo que lanzan los artilleros desde la terraza del ayuntamiento. La fiesta se celebra a mediados de agosto, la semana en la que cae el día de la Virgen (15 de agosto).

Artillero, dale fuego
ezkontzen zaigula
pastelero.

Eta zeñekin
eta norekin
prasku mozkorraren
alabakin.

Eta zeñekin
eta norekin
opo zikiñaren
alabakin.

A mediados del siglo XIX reyes y reinas, aristócratas y gente pudiente acudián a Donostia-San Sebastián a pasar el verano. Para entretenerles se organizaban diferentes eventos: corridas de toros, conciertos de bandas de música y fuegos artificiales. Durante casi una década se celebraba así la Semana Grande, pero esas fiestas eran para los foráneos. A mediados del siglo XX derribaron la plaza de toros y comenzó la decadencia de la Semana Grande. Pero debido a la mejora de las vías de comunicación que unían la capital con los pueblos de la provincia, empezó a llegar otro tipo de gente a pasar el verano. Volvieron a organizar tanto para donostiarras como para los de fuera, y la Semana Grande volvió a coger fuerza.

Durante toda la semana la oferta de actividades suele ser amplia: verbenas populares, conciertos, espectáculos, actividades deportivas, corridas de toros Sin embargo, el espectáculo más conocido de la Semana Grande donostiarra es el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales. Todas las noches, desde los jardines de Alderdi Eder, se lanzan los coloridos y ruidosos cohetes. El numeroso público se reúne en los alrededores de la Bahía de la Concha para ver los fuegos. A continuación, el Toro de Fuego recorre las calles del centro de la ciudad.