Ir a: Inicio Capítulo 20 "Un café y un polvo"
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CAPÍTULO 21. LA CURIOSIDAD MATÓ AL GATO.
"-Todos de pequeños hemos podido escuchar algún adulto decir que "La curiosidad mató al gato", pero... Alba, ¿realmente lo mató? o ¿solo lo dañó? ¿El gato sobrevivió? No sabemos. Aunque sí tenemos una cosa clara, el gato descubrió lo que buscaba -. me dijo soriendo duramente y enseñando sus dientes perfectamente alineados - ¿Has encontrado tú lo que buscabas, niña? ¿Te ha ayudado? O... ¿te ha mandado directa a la boca del lobo?"
ALBA
No me cuadraba nada en relación a nuestro cliente Grupo Oasis Club. En teoría me asignaron en exclusiva todos los trabajos a realizar a este cliente, y los trabajos no encajaban con las facturas emitidas. Existían muchas facturas en concepto de diseño de cartelerías con el mismo importe de los que yo no tenía constancia. Me llegaron por casualidad dos de estas facturas a mi mesa, Pilar sabía que era mi cliente y me las dejó para que les diese el visto bueno; pero el jefazo me las arrebató de las manos con cara de mala leche y le echó una bronca tremenda a Pilar. Para mi desgracia no pude enterarme de nada, lo que sí me imagino que era en referencia a estas facturas porque ya no me llegaron más a mi despacho.
No era habitual ese enfado descomunal por unas simples facturas, por lo que utilicé mi encanto intrínseco con Pilar para que me diera toda la documentación que teníamos de Grupo Oasis Club. A Pilar se le descompuso la cara y casi se le desencaja la mandíbula al escucharme. Pilar me adora, y yo a ella, y le dije que era mi cliente en exclusiva y que creía que me la estaban metiendo doblada algún hijo de puta de nuestra agencia para arrebatármelo y quería averiguar quién, pero que nadie sabría que ella me dió toda la documentación. Pilar accedió a mi petición pero muy recelosa, me dijo que el jefazo le había amenazado con despedirla si volvía a tener ese error con ese cliente.
El dossier que me entregó Pilar tenía muchísimas más facturas que los diseños que yo les había realizado y para más extrañeza, todas con el mismo importe. Les hice fotos con mi móvil a toda la documentación y se lo volví a entregar a Pilar, prometiéndole invitarla a una espectacular cena donde y cuando ella quisiera. Sé que le agradó la idea, pero el terror al guilipollas del jefe le impidió que me lo agradeciera con esa sonrisa que era habitual en ella.
Tras analizar con detenimiento toda la documentación y no enterarme de nada, opté por llamar a Maxi, ella es con quien tengo que hablar cualquier asunto de Grupo Oasis Club. Trabaja para ellos como representante y relaciones públicas; una mujer despampanante, que explota siempre todos sus encantos con esas ropas tan ajustadas y tan bien diseñadas para su cuerpo. Nos hemos dado un par de homenajes juntas, es increíble en la cama, y la verdad es que cuando hemos necesitado algo la una de la otra siempre hemos respondido.
- Gracias por venir Maxi - Le sonreí, invitándole a sentarse en la silla justo enfrente de mi mesa del despacho.
-Es un placer volver a tener noticias de ti, Alba - dijo sentándose - Aunque si te soy sincera creí que me llamabas porque me echabas de menos - rió. Yo no pude menos que reír con ella.
-Ya, bueno… - quise cambiar al tema que ahora me preocupaba más, porque conociéndome me la follaría en el sofá que tenía justo a su derecha. Ordené en mesa las facturas emitidas solo de mis diseños, no sabía cómo empezar la conversación. Carraspeé.
-A ver Alba. Ve al grano y ya. Creo que nos conocemos un poco para que estés dando tantas vueltas al asunto. ¿Qué pasa? - Me descolocó tanta sinceridad pero a la vez me dio el empujón suficiente para lanzarme al vacío.
-Maxi, lo primero que necesito es que me prometas que lo que hablemos no va a salir de estas cuatro paredes.
-Prometido. Pero eso no tienes ni que pedírmelo, ya lo sabes. Sigue.
-Es que es delicado para mi puesto de trabajo y necesito saberlo para adelantarme a ellos.
-Mejor me lo pones para ayudarte en todo lo que pueda - acercó más su silla a mi mesa y se inclinó hacia mi - ¡Desembucha cojones!
-Vale. Mira, éstas son todas las facturas de todos los trabajos que os he realizado-. Ella echó un vistazo y asintió-. Como ves aquí están los estudios de vuestra imagen corporativa: logotipo, colores corporativos, tipografía, papelería, etc. Y aquí están varios carteles, octavillas, trípticos…
-No te enrolles Alba-. Me interrumpió-. Ya veo que estas son las facturas y las conozco, les di yo el visto bueno a todas. ¿Qué les pasa a estas facturas?
-A éstas no les pasa nada-. La miré directamente a los ojos-. Sabes que sois mi cliente en exclusiva aquí en mi agencia, pero resulta que se os han emitido más facturas de otros trabajos que no me constan.
-¿Cómo?-. me preguntó sorprendida, parece que a ella también le cogió de sorpresa-. ¿De qué facturas me hablas? ¡Yo tengo que dar el ok a todas vuestras facturas!
-Son todas con el concepto de cartelería y con un mismo importe. Me he fijado que se emiten casi periódicamente.- La vi acomodándose como pudo en su asiento, no estaba nada cómoda con lo que estaba escuchando-. Creo que un cabrón de aquí os está haciendo trabajos sin que yo me entere y quiero que me lo confirmes y me digas quien es.
-No tengo ni idea Alba, es la primera noticia que tengo de eso también.
-No me estarás ocultando nada ¿verdad?- le dije bastante seria.
-Por dios Alba, ¡qué no! Estoy tan sorprendida como tú. Me extrañó desde el principio que me encargaran por completo todo lo referente a vuestra agencia pero también es verdad que en mi empresa no hay mucha gente de fiar -. Hizo un leve gesto de enfado.
-Maxi, necesito que me ayudes a averiguar quién de nosotros os está trabajando. En este trabajo son como pirañas y… - unos pequeños golpes en la puerta del despacho me hicieron callar al instante y mirar hacia allí.
-Alba cariño,siento interrumpiros, ha llegado esto para ti.- Pilar me mostró un pequeño ramo de rosas peace, tres rosas exactamente. Me levanté enseguida de mi asiento al verla y se las quité de un tirón a Pilar.
-¿Quién coño…? - me callé al instante al recordar que estaba reunida con una cliente a la cual miré y le hice un gesto de disculpa, le agarré del brazo a Pilar sacándola de mi despacho - ¿Quién puñetas ha traído esto para mí?
-Un chico se pasó y dijo que le habían dado esas rosas para entregárselas a la señorita Nájar?
-¿Dónde está ese chico Pilar? Es importante.
-Las dejó y se fue cariño, no dijo nada más. ¿Qué pasa?
-Me cago en la puta - blasfemé por lo bajo sabiendo que estaba en el trabajo y mordiéndome los nudillos para no golpear lo primero que estuviera a mi alcance. Pilar me miró sorprendida.
-Alba, ¿estás bien? ¿Puedo ayudar en algo?
-No, no estoy bien - tiré con rabia las flores al suelo mientras las pisoteaba y miré a continuación a Pilar - La próxima vez que venga algo dirigido a mí, no lo recojas. Llámame para que sea yo en persona la que lo recoja ¿entendido? - Me di cuenta de toda la rabia que se notaba en mis palabras, Pilar no tenía culpa de nada y la verdad, es que nunca me había visto así. La vi asustada, atónita por mi comportamiento - Disculpa Pilar, es que he dormido fatal estos últimos días; no me lo tengas en cuenta ¿vale? - la mimé con un beso sonoro en la mejilla. Asintió.
-¿Qué pasa aquí? ¿No estaba con un cliente señorita Nájar?- el padre de Martina había aparecido por el pasillo y nos miraba a Pilar y a mí, Pilar se disculpó y se marchó rápidamente, se notaba que estaba asustada.
-Y estoy con ella señor. Le pedí a Pilar una documentación que necesitaba - fue lo primero que se me ocurrió decir mientras con los pies intentaba ocultar las flores pisoteadas detrás de una estatua horrorosa y que siempre he odiado, la cual me colocaron un mes después de yo empezar a trabajar aquí; creo que para joder no porque sea bonita de ver. Él miró extrañado mis manos y yo le sonreí intentando mostrarme convincente.
-Está bien señorita Najár.- dijo devolviéndome la sonrisa y continuando por el pasillo hasta desaparecer de mi vista.
-Capullo - mascullé entrando de nuevo al despacho y dirigiéndome a mi mesa - Siento este contratiempo Maxi - me disculpé tocándole el hombro levemente a Maxi en forma de disculpa -Es una urgencia y me tengo que marchar volando.
-No te preocupes Alba - se levantó al instante arreglándose ese vestido totalmente entallado a su cuerpo para salir de mi despacho de punta en blanco -. Cuando averigüe algo te cuento; a mi tampoco me gusta esto, no me da buena espina.
-Gracias. Siento haberte metido en todo esto en serio, pero creí que sabías algo aunque me extrañaba que no me lo hubieras dicho.
-Eres boba, pues claro que te lo hubiera contado. Somos amigas ¿verdad? - dijo en tono demasiado sensual para ser solo amigas; mi entrepierna se activó. Ella me sonrió sabiendo que jugaba conmigo y me rozó mis labios con los suyos-. Te digo algo en cuanto sepa.
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¿¿¿Y ya está??? Ustedes dos son conscientes de que así me van a provocar un infarto?? Jajaja entre la impaciencia de una semana y ésto... A ver... Que está genial, pero la intriga otra semana más noooo!!! Que pasa con Martina? Joooo
ResponderEliminar:( no me acostumbro a esto de solo leer uno y esperar.
ResponderEliminarMenos mal que lo estoy leyendo del tiron
ResponderEliminarMenos mal, sí... por que yo estoy detrás de ti, leyendo tus comentarios jajajajja.
EliminarJefa me vigilas? Jajajajajajaja
ResponderEliminarSoy el ojo que todo lo ve!!! Jajajajjaj Nahhh, leo tus comentarios y veo como vas siguiendo a nuestras chicas y tus impresiones.
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