Las vacaciones de este año ha sido en Alemania, más concretamente en Bochum. Estuvimos una semana y media aproximadamente, e intentaré contaros, en varios posts, donde estuvimos.
Hoy os hablaré de nuestros primeros días. Estuvimos por los alrededores de Bochum. Esta ciudad está en el estado de Renania del Norte-Westfalia, situada en la parte central de la cuenca del Ruhr, entre las ciudades de Essen y Dortmund.
Estuvimos hospedados en una zona residencial. Estas fotos os puede dar una idea de las vistas que teníamos. La foto de la derecha es la iglesia ortodoxa que había en la zona.
Ese día decidimos visitar el centro de Bochum, más concretamente, para hacer unas compras. Eso es un hecho, en nuestras vacaciones siempre hay un día de compras en centros comerciales, no lo podemos remediar.
Todas estas fotos son de allí.
Cómo veis, quedarnos con hambre no nos quedábamos. Fuimos al restaurante Base Burger que nos ponían estas pedazos de hamburguesas. Teníamos que recuperar energía que nos íbamos a visitar el parque de Bochum y después veríamos un enorme lago.
Stadpark (Bochum)
Una vez recuperadas las energías, visitamos el parque Stadpark en Bochum. Es enorme, con una gran diversidad de árboles, flores y lagos.
Solo tenéis que ver esta foto para haceros una idea de lo bonito que era este parque.
Nos encontramos con decenas de conejitos correteando por las inmensas zonas de césped. Y cuando digo decenas, son decenas. Estaba lleno de conejos y de sus madrigueras.
Por supuesto, y como cualquier parque que se precie, también había patos, gansos y cisnes. Los patos estaban acostumbrados a las personas. Eran los gansos, que como siempre, eran los hostiles y los que siempre hacían mucho ruido para alejarnos de ellos.
Stadpark tiene 311.402 m2. Tiene alrededor de 200 variedades de árboles como: el ailanto (Ailanthus altissima), América del árbol de tulipán (Liriodendron tulipifera), liquidámbar americano (Liquidambar styraciflua), árbol de pagoda japonesa (Sophora japonica) y catalpa común (Catalpa bignonioides)
Como podéis observar, el color verde era la nota predominante aquí. Yo, que soy del sur, estas vistas me alucinaban, me encantaban. No estoy acostumbrada a tanto verde, a tanta vegetación. Allá donde caminábamos veíamos árboles diferentes y m2 de un verde intenso de césped.
Entre tanta naturaleza, hallamos el observatorio Bismarckturm, que fue inaugurado en 1910. Es una torre de 34 metros en mitad del enorme parque.
Terminé encontrándome con esta bonita rana. Y acordándome de los cuentos de hadas, quise besarla con la ilusión de ayudarla y sacarla de su encantamiento. Pero... se quedó siendo una rana.
Después de este maravilloso paseo por el parque, decidimos coger el coche hasta Witten para visitar el lago Kemnade See, mal llamado lago, ya que es un embalse de los seis que tiene el río Ruhr.
Suele tener unos tres millones de m3 de agua a una altura media de 2,4m.
Es una zona típica de senderismo y ciclismo, teniendo aproximadamente unos 8 km de camino.
En el propio lago se practican piragüismo y también se navega con barcos de vela.
Y estando en Alemania, que mejor forma de acabar esta jornada de visita que con un "pequeño" vaso de cerveza bien fría.
Escrito por Arwenundomiel
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