Por alguna extraña razón, cuando me empiezo a ilusionar
con alguien, empiezo a verme a mí misma en un tiempo anterior, con todas las
cosas que han acarreado hasta llegar al ahora, y eso me lleva a pensar que no
debo ilusionarme.
Mi corazón querrá tomar un rumbo que mi cabeza no
creerá conveniente tomar, creando así una batalla en mi interior que nunca sé quién
será vencedor, si mi cabeza, terca y
desconfiada, o mi corazón, luchador y herido.
Siento mariposas dentro de mí, en mi estómago. Me
gusta sentirlas, como me gusta sentir la sonrisa que ilumina mi cara, o cuando mis ojos brillan, pero no tarda en aparecerme esa sensación oscura, que me hace pensar que todo es culpa mía, que no sé ser suficiente.
Creo que no me quiero enamorar o, más bien, tengo miedo
a enamorarme. Porque, al principio, te prometen el cielo y te suben a lo más
alto, pero un día, de golpe, sin esperarlo, te encuentras cayendo al vacío de
una manera brutal, a una velocidad irrefrenable, acabando estampada en el frío
suelo, haciendo que el frío se meta en tu interior, y volviéndote como él,
alguien a quien todos intentan evitar, en lugar de calentarlo, de hacer que se
vuelva cálido.
No siento que esté preparada para volver a sentir
celos, enfados por cualquier tontería o capricho, volver a soportar la
tristeza, la soledad y los llantos. No creo que eso esté hecho para mí, y menos
ahora, cuando tengo miedo y no tengo a nadie que me haga perder los miedos
.
Quiero ser egoísta, aunque sea una sola vez. Tengo que
mirar por mí, y aprender que nadie va a sostener mis miedos y, que mucho menos, van a acabar con ellos. Creo que es el momento de que no me detenga por nadie,
de intentar confiar en mí y en mi destino. Que he de mantener mi corazón abierto
aunque no sea al amor.
A veces pienso que el amor nos hace tontos, que nos
detengamos y no sigamos avanzando por el mundo. Por eso, creo que debo
aprovechar cada latido de mi corazón para poder llegar lejos, sin pararme, sin
tener tan siquiera sentido y que si intentan frenarme, si alguien consigue
quitar mis miedos y conseguir que me enamore, no me frene, si no que corra
conmigo y crezca, que crezcamos.
Escrito por @srtadesquiciada
Una bonita reflexión, muy real y natural. Es lo que suele pasarle a todo el mundo cuando se enamora. Aunque al principio sientas miedo de ese sentimiento, hay veces que no puedes controlarlo y eso es lo que hace que el amor sea un miedo precioso.
ResponderEliminar~Pinki Reader~
Gracias, y si, el amor puede ser un miedo precioso.
EliminarToda la razón del mundo,que corra junto a ti no que te corte las alas,yo también estoy aprendiendo de ello ...
ResponderEliminarsiempre hay que ser libre, y seguir adelante, pero se puede ser un libre acompañado.
EliminarHay que ser egoista, hay que pensar en uno mismo, hay que amarse uno mismo antes de amar a otra persona. Y que nadie te frene, que no te retengan, que el amor no es eso, el amor es libertad! una libertad que compartis con alguien, que te llena en todo sentido y no necesitas mas nada. Y si el amor llega, disfrutalo, y si se va, aprende de lo que fue, el sufrimiento es parte del crecimiento, es parte de la vida. Sabes cuantas cosas se han impulsado por corazones rotos?? millones! Libros, peliculas, musica, etc... VIVÍ y disfruta!
ResponderEliminarGracias, y como dices, a vivir y disfrutar
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