"¿Qué pasó con los sentimientos en papel?" (Carta 8)

miércoles, 9 de noviembre de 2016
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                                                                                                              Un día de sol y playa


Querida Diana,

Hoy te escribo desde la playa, mientras veo como tu madre juega con María. Sé que nunca te ha gustado que te digan que eres como tu madre, y sé que en carácter sois totalmente distintas, pero físicamente si os parecéis y verla a lo lejos jugando con la peque me hace creer que eres tú, y pienso en salir corriendo para abrazarte y besarte. Me muero por verte de nuevo jugar con la pequeña y preguntarme quién es la chica de las dos, verte completamente feliz, verla feliz.

He de decirte que aunque María ocupe tu hueco en la cama, seguimos echándote en falta, siempre te tenemos presente, y extrañamos estar las tres tiradas en el sofá viendo una película de dibujitos, incluso entrar en nuestro dormitorio y veros a las dos pegando saltos sobre la cama riendo, mientras yo me resigno a no regañaros por hacer eso, porque estáis tan sumamente preciosas riendo y saltando que daría todo por veros tan contentas toda la vida.

Tu madre le ha regalado un bañador a María, es el que lleva hoy puesto, lo eligió María, así que imagina de que será, ella y su pequeña obsesión con Dora la exploradora. Te adjunto la foto de la pequeña posando para ti, estoy segura que la del corazón te enamorará, le dijimos que se pusiera bien para mandarle una foto a mami e hizo un corazón con las manos con esa risilla de mala que le sale a veces, es para comérsela, cada día está más preciosa.

Sigo yendo al médico, y no he recaído en los temas de la comida, solo es que no me está sentando bien el sol y estos calores que hacen ahora por aquí, por eso no salimos a la playa tanto como me gustaría, hay días que le pido a tu madre que sea ella quien se lleve a María a disfrutar de un día de playa, porque me siento tan sumamente cansada que no quiero moverme de la cama, y aprovecho su salida a la playa para intentar descansar, para a su vuelta poder jugar con la pequeña.

No te preocupes por mí, amor, estoy bien y ya queda menos para tu vuelta, y allí necesitan de ti, de todo lo que les pueden enseñar a esas personas, solo pido que a ti no te ocurra nada, que estés bien y vuelvas a mi lado, si te llega a ocurrir algo y no puedo impedirlo me mataría, quiero protegerte, que estés bien, y sé que tú eres fuerte por nosotras y siempre lucharás por mí y la enana.

Le llevaré las cartas a Sofía, ahora viene a menudo a verme a casa, y las niñas juegan juntas, nos hacemos compañía y nos ayudamos a seguir adelante, vemos como las niñas disfrutan y creemos que lo hacen tanto como disfrutabais vosotros contado batallitas de las cuales cuando empezabais no sabíais parar. Será un momento duro para Sofía, aunque me dijo que sabía que esta vez las cosas no saldrían bien, que tras leer la carta, se apagaron muchas esperanzas en ella de verle regresar, y que pasara lo que pasara Clara siempre sabría lo maravilloso que es su padre y que  sabe que ella tiene el mismo corazón que tiene su padre, enorme y caritativo, que mira por todo el mundo antes que por él.

Cuando me hablaba de él, veía como sus ojos brillaban y se llenaban de vida, se veía lo completamente enamorada que esta de él, de lo mucho que significa en su vida y para ella.

Siempre me ha encantado sentirte tocar la guitarra y cantar, cuando lo haces es como si todo a tu alrededor empezara a carecer de sentido, todo el sentido te lo llevas tú, con tu voz dulce que te produce sensaciones mágicas, junto con tu melodía que parecen acariciar tu voz y juntas erizan la piel, ver el punteo de tus dedos, como tocan las cuerdas con suavidad, como si fueran a romperse con el roce de tus dedos. Ver tu mirada en esos momentos te hace sentir la persona más grande del mundo, más importante, aún sintiéndote la persona mas insignificante del mundo, al sentirte, consigues que se sientan así, importantes. Aún sigo preguntándome si alguna vez encontraré algún defecto en ti.

Te extraño, mi vida. Te quiero,

                                                                                                         Elisa.
                                                                                      
P.d. No solo le leo cuentos, te hemos escrito uno a ti, para que te acuerdes de nosotras, con los dibujitos de nuestra pequeña artista y todo.
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       Capítulo 9


Escrito por @srtadesquiciada

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