Las lagrimas, que son las lagrimas,
¿no son ese agua, ese liquido trasparente que produce nuestro lagrimal por distintas razones?
Las lagrimas, aunque no lo creamos son distintas, no existen lagrimas iguales, cada una tiene un significado, un tamaño o un motivo distinto.
Me gustaría poder decir que las conozco todas y se sus motivos o quizás debería decir que no, que no las conozco ni las quiero conocer, por lo malo de algunas de ellas, pero me limitare a decir que se de la existencia de algunas y que me gustaría poder hablaros de ellas, y eso haré, hablar de ellas.
Hay lágrimas que actúan como una coraza, son como nuestras protectoras, y el motivo de su existencia se debe a todas esas cosas que dañan nuestros ojos, como lo son las motas de polvo, esas pestañas que se meten en nuestro ojos haciendo que nos escueza, o cuando cortamos cebollas.
Pero existen lágrimas que más que lágrimas son un quemazón- Que intentan salir de nuestros ojos y, a su paso, parece que arden, que nos queman, que nos desgarran. El motivo de ello es porque intentan sacar de nuestro interior ese dolor, esa cosa mala que tenemos dentro y, que a veces, no nos deja seguir adelante. Por eso, aunque duelen, hay que dejarlas escapar para liberarnos y sentirnos mejor con nosotros mismos.
Cuando lloramos no nos fijamos en que hay una lágrima que escapa antes que el resto, aunque sea en una diferencia de 3 segundos o de una milésima de segundo, y cuando la que escapa primero es del ojo izquierdo, el motivo de ésta es por algo que nos produce tristeza, sufrimiento, pena o tristeza. Os diría que os fijaseis en que es así, pero espero que no tengáis que comprobar que es ese el motivo. Prefiero que lo comprobarais cuando la lágrima procede de nuestro ojo derecho, porque el motivo de ésta se debe a felicidad, alegría, emoción. Probad a reír tanto que se os salten las lágrimas, veréis cual es la primera que roza vuestro rostro. Probablemente esa lágrima se deslice mas rápido porque sale dejando escapar esas carcajadas.
Existen lágrimas que cada una vive más que otra.
Están esas lágrimas que salen como si todo acabara, y hacen un trayecto desde nuestros ojos hasta desaparecer por nuestra barbilla. O aquellas de corta vida, que nada más nacer son secadas porque no quieres llorar, quieres seguir, luchar, que no se te vea llorar o simplemente es por un acto reflejo.
Están esas lágrimas que en algún momento tod@s hemos querido ser. Esa lágrima que nace en el ojo de la persona que nos gusta, que queremos o amamos. Esa lágrima que vemos caer de felicidad a un ritmo muy lento que recorre su rostro, cada parte de él, acabando en esos labios que quieres sentir y acariciar como si fueras esa lágrima, deslizándote despacio como si se tratara de una dulce caricia.
Y también, existen las lágrimas conocidas como "lágrimas de cocodrilo" que supongo, por desgracia, más de uno conocemos y que no necesitan de una explicación, por lo tanto, me la ahorraré.
Ahora voy a lo importante de todo esto. A eso que debemos de tener realmente en cuenta, lloraremos en la vida mil veces y, probablemente, sea más veces por cosas negativas que positivas. Por lo tanto, para mí, en lugar de una lágrima ser eso que dije al principio, ese agua, ese líquido trasparente que produce nuestro lagrimal, las lágrimas son parte de nosotros, de lo que realmente somos y tenemos en nuestro interior. Son la manifestación de lo que llevamos dentro, de lo que sentimos. Son como pedacitos de nuestra alma que quieren liberarse y salir al exterior, volar, sobre todo, cuando tenemos esos nudos en nuestro interior con los que nos cuesta respirar y seguir. Esos que tenemos ahí haciéndonos daño pero que, cuando lo dejamos salir aunque sea tras las lágrimas, nos hacen sentir vivos de nuevo, nos quitan parte de esa pena o tristeza. Porque liberamos eso que en realidad no debe estar en nuestro interior, que quiere ser libre o incluso dejar de existir.
Escrito por @srtadesquiciada
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