Relato "Un café y un polvo". Parte 9 (Capítulo 27)

jueves, 7 de abril de 2016
Ir a:     Inicio          Capítulo 26       "Un café y un polvo"


<------------------------->
PARTE 9. LA DIFICULTAD DE COMPRENDER.
CAPÍTULO 27. Y UN DÍA... APARECE UNA GRAN MUJER.

"-¿Sabes cuál es el problema de conocer a una gran mujer?- me quedé callada mirándola fijamente y negué con la cabeza. Sonrió.- El problema es, que las grandes mujeres son peores que las mayores adicciones del mundo.- creo que vió la expresión de mi cara e interpretó que yo no entendía de lo que me estaba hablando.- ¿Conoces a esas personas adictas al café, que no son persona sin la taza de la mañana? ¿A los que salen de un centro de reintoxicación y a las dos horas ya han encontrado al camello más próximo de la zona? ¿A los que no se separan del móvil ni una milésima de segundo? Todos ellos son adictos. Ahora bien, ¿crees que podrían vivir sin el café, sin la droga, sin el móvil?- pensé bien lo que iba a responder y asentí, lentamente.- Yo también lo creo. ¿Crees que podrían vivir igual?- esta vez no me pensé la respuesta y negué rápidamente con la cabeza, una negación seca. De nuevo, sonrió.- Volvemos a coincidir. Bien, el problema de encontrar a una gran mujer es el siguiente: Un buen día, te levantas y te das cuenta de que todo ha cambiado, de que ya no eres la misma persona de antes, de que sonríes por las cosas más tontas, que lloras, pero las lágrimas ya no son amargas como antes, e incluso tienen un punto en el que se vuelven más dulces. 


Te levantas, y te das cuenta de que te cuesta menos levantarte de la cama, te cuesta menos avanzar hacia el baño, te cuesta menos... 
Te levantas y lo primero que ves, no es lo que tienes delante, sino su mirada, eso es lo primero que ves cada mañana, incluso aunque no la tengas delante. 
Ese día, te das cuenta de que la obra de teatro en la que estamos inmersos empieza a cobrar un poco más de sentido, empiezas a detectar los fallos, te das cuenta de que la naturaleza también tiene lo suyo. Y que no pasa nada, que tú no eres mala, ni buena, ni inútil, ni útil, ni nada, ni todo. Simplemente eres tú, igual que la naturaleza es la naturaleza y el cielo, es el cielo. 
Y de un día a otro empiezas a observar los fallos que tiene la naturaleza y te das cuenta de que los fallos la hacen aún más increíble. 
Empiezas a volverte sutil, empiezas a notar el roce de la brisa en la piel, la delicadeza de los rayos del Sol al despertarte, el timbre y el tono de la risa más preciosa que has oído jamás, al menos a ti te lo parece. 
Es fácil, un día te despiertas, y ves que todo tiene muchísimo más sentido y muchísimas más imperfecciones de las que creías. Empiezas a creer que, realmente, lo que da sentido a algo es todo lo que no le vuelve perfecto. 
Dejas de buscarle las tres patas al gato, porque ya no importa si tiene tres, cuatro o seis. Te da igual que te den lo mismo que tú das. 
Empiezas a transmitir con el cuerpo, porque te sobran las palabras, porque de repente, la música cobra una nueva forma de expresión, vives otra vida, que también es tuya, y que está dentro de ésta. Los colores, las formas, empiezan a cobrar vida y se unen y desunen en todas las posibles combinaciones, para empezar a ser libres. 
Y te levantas y piensas, "Sí, quiero", quiero esto, quiero lo incomprensible, indispensable, irrefutable e inabarcable de ella.
Te das cuenta de que quieres declarar la guerra al tiempo, para que te devuelva esos segundos de más que te debe para estar a su lado, para abrazarla, para poder verla de nuevo, porque siempre que la ves descubres algo que no habías visto antes, hay tantas expresiones escondidas en el rostro de una gran mujer, que jamás la ves de la misma manera. 
Y empiezas a creer, empiezas a soñar con volar, a darte tiempo. Para poder observarte y observarla, y no perder ni una sola Sonrisa de las que ella pronuncia al mundo, de esas que lo sostienen, de esas Sonrisas que se escriben con mayúscula, porque tienen nombre propio. Empiezas a calmarte, a dejar de balar junto al resto de las ovejas del rebaño, porque tú no eres una oveja, tú eres una nueva forma de designar el Arte, y la Vida, y el Dolor, porque así te hace sentir ella. 
Así que empiezas a alejarte de las cadenas, para tomar perspectiva y poder esconderte en su mirada, que es el refugio más seguro que conoces. 
Empiezas a darte cuenta, de que a veces, ser el "árbol" en una obra de teatro, es la única forma de dar vida al acto. Empiezas a perderte entre la poesía, y a pensar  que cada vez que te pierdes, te encuentras un poco más a ti mismo. 
Empiezas a contestar a las preguntas retóricas, y a darte cuenta de que dentro de la idiotez, nunca una respuesta tuvo más sentido. Dejas de poner puntos finales, porque dejas de creer en los finales, y porque así, tienes una excusa para pedirle que "te cuente un cuento", y dejarte flotar entre sus sílabas, esas que se deslizan lentamente por sus labios. Y mientras la escuchas, sabes que la estás besando, porque la sensación es la misma.
Dejas de tenerle miedo a "la mirada de la gorgona", y a pasear por la noche, porque las noches nunca antes habían tenido tanta luz. 
Y te sacan el dedo, y no solo no te duele, sino que te alegra, porque es el corazón. 
Y te dejas caer, confiando plenamente en los brazos que hay detrás, y que no ves, pero sientes.
Y ese es el problema de las grandes mujeres, que un día aparecen, y te hacen darte cuenta de todo, y empiezas a ser diccionario, y no solo palabra, dejas de ser labios y empiezas a ser un beso, de esos lentos, de los que arrastran emociones. Dejas de ver, porque ya no solo miras con los ojos. Y sí, podrías vivir sin ella, pero... ¿Para qué? Si con ella la vida es mejor"


ALBA
- Me cago en la hostia puta- me levanté empujando a Carmen y separándola de mí con un empujón involuntario- Ma… Martina, ¿qué coño haces aquí?- Intenté acercarme a ella. Se acercó y empezó a dejar las bebidas en la mesa, cuando terminó se giró y ya se disponía a marcharse cuando le agarré del brazo- Nena, tenemos que hablar- Ella seguía adelante hacia la barra- Nena, por favor, tenemos que solucionar lo nuestro. - sonrió, pero no supe interpretar la sonrisa.
-No tenemos nada que solucionar, ya que entre nosotras no hay nada. Y si lo había se perdió cuando mandaste pegar a Mateo. Ahora sigue liándote con Carmen, total, después del trío de esta mañana con Ana y su novia, ya no me escandalizo por nada.
-Pe…¿pero que coño estás diciendo?- No entendía nada, ¿trío con Ana y su...novia? La agarré de la cintura y la giré para que me mirase- Ok Martina, lo de Mateo lo organicé yo pero… pero no me digas que no se lo merecía el muy cabrón- Le agarré la barbilla para que me sostuviera la mirada.
-Te dije que no lo hicieras. Y si me disculpas tengo que trabajar.
- Martina, te espero a que salgas y lo hablamos- le sonreí tiernamente- Por favor.
-No, gracias. - me sonrió falsamente y se dirigió a la barra.
-Genial Asun, de putísima madre ¿eh? - la voz de María me hizo girarme - Te dije que no la trajéramos aquí
-¡Pero que coño! Me fui hacia Asun y le agarré del brazo con todas mis fuerzas-¿Sabías que trabajaba aquí y no me dijiste nada? ¿Se te ha ido la puta cabeza, capulla?
-¿Para? Ibas a acabar adivinándolo.
-Eso se dice, coño. Me cago en la puta. Y tú, Carmen ¿También lo sabías?- me dirigí a ella casi con desprecio tras el beso que me había dado.
-Carmen no lo sabía. Para ya, Alba. - María me cogió del brazo. - Nos tomamos esto y nos vamos.
-No, yo me quedo aquí hasta que salga Martina. Tengo que hablar con ella.
-Nena no creo que sea buena idea.- esta vez era Lola. - Esa chica parece no querer saber nada de ti.
-NO TENEIS NI PUTA IDEA DE LO QUE QUIERE O  NO QUIERE MARTINA. ¿Entendido?
- ¿Y tú sí? Creo que es la única mujer a la que no sabes tener enganchada a ti, ¿De verdad sabes lo que quiere?- Lola me miraba, interrogante. Me dejó sin habla, Lola tenía razón, no sabía que quería Martina pero yo sí estaba segura de lo que quería, la quería a ella; no podía quitármela de la cabeza ni un segundo, había entrado tan profundo en mí que me dolía, y por más que lo intentaba era imposible sacármela.
- Vete a la mierda Lola- cogí un tubo de vaso con ron-cola que había en la mesa dándole un buen trago. Miré a Carmen que desde que sucedió lo de Martina no había abierto la boca- ¿Y qué dices tú? ¿Qué coño te pasa a ti? ¿Qué pretendías con todo esto?. Me cae como el culo la Gabi de las narices y me la suda, pero tú… ¿tú qué coño quieres?- me tiré de nuevo en el sofá con los brazos abiertos apoyados en él- De aquí no me muevo hasta que Martina salga- sonreí y aspiré un poco de coca que me quedó dentro de la nariz todavía.
- Nena, ¿qué te pasa con Martina?- Lola me miraba. - ¿Te gusta?
- Sí, sí, sí- Tuve que asentir a disgusto-. Siempre me está cabreando pero me hierve la sangre cada vez que la tengo cerca, joder- Suspiré.
- No le gusta, está que pierde el culo por ella, está enamorada. - María se recostó en el sofá tranquilamente mientras bebía del vaso que tenía en la mano, mientras yo le miraba de reojo.
-¿Enamorada? - Lola abrió los ojos como platillos y María asintió sonriendo. - Vaya… nuestra Alba ha caído.
- Dejadme en paz ¿eh? Os lo advierto- les señalé con el dedo a ambas.
-Y una mierda. - rió María. Lola y Asun enseguida la siguieron.
-Oye, y la niña, ¿Qué siente? - Lola se quedó mirándome.
- Paso de vosotras, putas inquisidoras- reí y me recliné hacia la mesa para beber otro trago.
-Responda a las preguntas lo más claro y conciso que pueda por favor. - Lola bebió de su copa y me guiñó un ojo.
- ¡Que me dejéis de una puta vez, hostia!- me recosté de nuevo en el sofá- Preguntadle a Carmen que es lo que realmente siente por Gabi. No abre su puta boca desde que ha visto a Martina- La miré con una mirada casi asesina, no me creía del todo que no supiera que Martina trabajase allí.
-Es que Carmen no acaba de sentir por Gabi, porque hay otra.- Afirmó Lola mientras volvía a beber.
- No metáis a Gabi en esto, ¿vale?. No se lo merece- contestó por fin Carmen algo desolada por todo lo ocurrido.
-¿El qué no se merece, exactamente? - Lola era el ángel y el demonio del grupo.
- Bueno… Ya sabéis, no se lo merece- bajó la mirada.
-Claro, porque ahora ella está en tu lugar de antes ¿no?
- Bueno, ya está bien Lola- quise cortar por lo sano la conversación. Sabía que yo era la culpable de haberla empezado pero no creí que fueran a cebarse con ella. Carmen, precisamente ella, era la que no se lo merecía. Había aguantado mucho conmigo y yo no iba a ser la que hiciera fuego del árbol caído-. No tiene claras sus ideas pero está intentando aclararlas, ¿verdad, preciosa?- le cogí de la barbilla, como tantas veces hice, le alcé el rostro y le besé en la mejilla.
-Cualquiera mataría por estar con ella y no lo ve. - dijo María.- Ay mi Carmen. - le lanzó un beso.- Bueno, entonces ¿nos quedamos hasta que la nena salga?
- No sé cuando coño sale- abracé a Carmen, sabía que lo necesitaba- Nena, no ha pasado nada, ¿ok? Pero os advierto una cosa, si os quedáis no es para joderme la noche ¿eh? Y justo cuando salga quiero que huyáis y me dejéis a solas.
-Cállate de una puta vez, la niña sale a las 2. - dijo Asun.
-Y sola no te dejamos. Te esperamos después - María no se fiaba de mis reacciones.
- Joder, que coñazos sois. Que solo quiero hablar con ella, cojones-. Me desesperaban a veces e instintivamente miré el reloj, las 2 menos cuarto.
-Alba, tú hablas con ella y nosotras esperamos. Si sale bien nos vamos, si no… estaremos aquí, simplemente. - María insistió.
- ¡Que no quiero que estéis! Si sale bien follaremos hasta no poder más, si sale mal... - callé en ese instante, no quería pensar que saliera mal- Follaré igual- sonreí intentando ser creíble.
-Ya… ánimo nena.- Lola sonrió cariñosamente.
- Grrr- gruñí- Odio dar lástima, os odio a todas- sonreí- De verdad, podéis iros ya es casi la hora. Aunque lo que creo es que sois unas putas cotillas de mierda- reí.
-¡Eh! Tú a mí lástima ninguna, zorra. Y para demostrártelo te aviso, desde ya, que esta ronda la pagas tú - rió Lola.- Así que tira a la barra a pedirle a esa niña.
- Jódete, Lola- le pegué una colleja de camino que me dirigía hacia la barra con el corazón galopando a mil por hora y con la boca completamente seca.

MARTINA
-¿Me pones dos ron-cola? - asentí y se los serví mientras miraba hacia una compañera que había entrado hacía unos días e iba con la bandeja tambaleándose hacia las mesas, estaba segura de que tiraría alguna copa antes de que acabase la noche, como los últimos días. Le puse las dos copas.
-Gracias. - sonreí y cogí el dinero que había dejado en la barra, metiéndolo en la caja.
Estaba alterada, no me esperaba a Alba aquí. Menuda mierda. Yo intentando huir de ella y ella venía aquí a liarse con Carmen, estaba hasta las narices de esta chica. Y a la vez me moría por besarle y que se diera cuenta que no quería otros labios que los míos. Tenía que olvidarme de ella. Solo quedaban 15 minutos, después me iría a casa. Tenía que calmarme.
Vi que Alba se acercaba a la barra y se colocaba en el extremo donde casi no podía verla. ¿Me acercaba o dejaba que fuera otra a atenderla? Dudé y cambié el peso de una pierna a otra. La miré de reojo mientras ella no hacía ningún movimiento, solo notaba que me observaba, quizás con una leve sonrisa, pero no se preocupaba por ser atendida. Me acerqué.
-¿Qué te pongo?
- Ponme lo que quieras, pequeña - me sonrió y alcé una ceja.
-Alba, ¿quieres algo de beber?
- Quiero muchas cosas, pero sí… Ponme lo que siempre bebo. Supongo que te acordarás todavía, ¿no?- no dejaba de mirarme como un pasmarote- Y después dime todo lo que te debo, lo del reservado y lo que me pongas- adelantó su mano para poder rozarme con sus dedos las mismas. Aparté la mano. Quería un ron-cola.
-¿Qué es lo que siempre bebes?- vi como el semblante de Alba se puso serio.
- Un ron-cola.
-Vale - fui a ponérselo y se lo entregué, depositando la cuenta al lado de la copa. 
-Martina nena, ya has terminado. Tómate algo o vete a casa. Pero deja de trabajar ya, anda. - Marisa me miraba golpeando el reloj.
-Termino con esto y me marcho.
-Que no, lárgate ya. Yo le cobro.
Asentí y salí de detrás de la barra. Por más que intentaba controlarme, no podía dejar de mirar a Alba y lo que hacía. Vi que llamó a Marisa a voz en grito y le tendió la cuenta de una manera tan fugaz, que cuando me di cuenta la noté corriendo tras mis pasos. Me metí en la parte privada donde tenía mis cosas.
Decidí salir por la puerta de atrás y me dirigí hacia el coche. Escuché a lo lejos mi nombre insistentemente y una silueta que me era inconfundible corriendo hacia mí.

- ¡MARTINA! ¡MARTINA! Espera por favor, tenemos que hablar- Alba gritaba mientras corría hacia mí. Mierda… me paré.
-¿Qué? - espeté girándome.
- Martina, hablemos. Te lo pido por favor- llegó hasta donde yo estaba e intentó recuperar el aliento respirando exageradamente por la boca- Eres una capulla, ¿sabes? Has salido por la puerta de atrás- me sonrió.
-Se me olvidó que esperabas.
- Ya- frunció el ceño- ¿Qué coño te pasa conmigo?
-¿Contigo? ¿Qué me has jodido la vida? Por ejemplo ¿eh?
- ¿Joderte la vida es darle una buena lección al hijo puta que te la ha cambiado de pies a cabeza?
-¡Solo me has puesto la vida patas arriba desde que entraste en ella! - grité. Noté como se le cambió el gesto en su rostro, le dolió escuchar eso.
- Yo… yo nunca quise... - intentó acercarse.
-No te acerques a mí. Déjame en paz de una puta vez. Vete - dije metiéndome en el coche y largándome de allí.

CARMEN
No dejamos ni un segundo de vigilar a Alba desde que se puso en la barra a esperar a Martina. Mientras tanto, llegada la hora de la salida, y viendo que Martina tardaba en salir de recoger sus cosas, Asun nos advirtió que había una puerta trasera y que era muy probable que la utilizara para escabullirse de Alba. Asun y Lola se fueron a la parte trasera y María y yo nos quedamos vigilando la delantera. No tardó Lola ni dos minutos en avisarnos por móvil que Martina salía por donde se encontraba ella y avisamos a Alba de que saliera zumbando o se le escaparía.
La verdad es que no sé que fue lo mejor, si haberla dejado que huyera por la puerta trasera o que se encontrara con Alba, porque la escena no duró ni un cuarto de hora. No sé bien que pasó, hubo gritos e intentos de Alba de acercarse a Martina, pero ella la rechazaba hasta que se metió en su coche y la dejó plantada, sin más.
Quisimos estar con Alba pero no fue ninguna sorpresa que nos tratara como una mierda y nos mandara a todas a tomar por culo con su habitual forma de ser. Lola fue la más insistente con ella para no dejarla sola, pero lo único que consiguió fue un zarandeo por parte de Alba, la cual se fue vociferando que la dejáramos tranquila.
Entre todo lo sucedido con Alba y yo que me sentía una mierda por lo que le hice a Gabi, mi cabeza era una olla que explotaría de un momento a otro. Me despedí de las chicas y me dirigía a casa de mis padres con el deseo que pasara de una vez este dichoso día.
Durante el camino de vuelta llamé a Gabi, solo con mi tono de voz ya sabía que me pasaba algo. Se preocupó tanto que quiso estar conmigo en casa. Cuando llegué al portal, ya estaba esperándome allí, con su habitual sonrisa recibiéndome con un abrazo que sabía que era lo que más necesitaba en esos momentos.
Subimos a casa y entramos a mi habitación. Una de las cosas que más adoraba de Gabi es que sabía perfectamente cuando tenía que callar y solo estar ahí, a mi lado, sin más. Esta noche era lo que realmente quería.

- Abrázame Gabi- supliqué.
- Claro, cielo- y nos tendimos en la cama abrazadas con la intención de que la noche pasara de una puta vez. Pero no, la noche tenía que continuar y para mal. Mi móvil comenzó a vibrar y yo intenté reincorporarme para cogerlo.
- No te muevas, voy yo. ¿Dónde lo tienes?¿En el bolso?- asentí- Ehmm, es una tal Doris. ¿Te la paso o lo dejas sonar?- Mi corazón dio un vuelco al escuchar ese nombre- ¿Qué te ocurre?
- Dame el móvil inmediatamente Gabi- me levanté de un salto de la cama.
- ¿Pero quién coño es Doris?
- ¡Que te calles Gabi!- noté que me había pasado con ella y suavicé la situación- Perdona, es que debe ser importante- Cogí el móvil y contesté a la llamada.

<------------------------->


Ir a:     Inicio          Capítulo 26        "Un café y un polvo"          Capítulo 28

Buzzys
Arwenundomiel

11 comentarios:

  1. Muy buena estuvo el de hoy...me gusto mucho la primera parte q habla sobre la gran mujer....martina anda dolida y alba quiere arreglar la situacion con ella pero asi sus amigas las quieran ayudar es un tema con el que solo puede alba sin ayuda de mas nadie....


    Buen relato el de hoy

    ResponderEliminar
  2. ¡Muchísimas gracias! A mí también me encanta la primera parte jajaja
    Y sí, estoy de acuerdo en que Martina está dolida. ¿Qué crees que pasará ahora?
    ¡Gracias por leernos y comentar! Un beso

    ResponderEliminar
  3. Creo que martina seguira con ese orgullo pero lo merece aunq la razon x la q este asi es muy mala ese resentimiento es muy agrio pero se q alba hara lo posible porque martina la deje entrar de nuevo a su vida pero tendra q demostrarle esos sentimientos tan reprimidos...espero salga el proximo capitulo...gracias a uds por esta buena historia el cual se volvio un buen pasatiempo para mi

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a gente como tú que nos sigue, y que cada semana nos comenta que les ha parecido. Creo que todos coinciden en que Alba va a tener que esforzarse o perderá a Martina definitivamente. Veremos como va surgiendo todo; ya que se está complicando bastante.

      Eliminar
  4. La que se ha liado en un momento en el garito... Yo leo el nombre de Doris y me entra miedito, a saber que ha hecho la señora Alba esta vez.
    La primera parte muy bonita :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La introducción tengo que coincidir que está genial. La verdad es que es oír el nombre de Doris y nos ponemos a temblar; esa llamada es bastante siniestra. Esperemos al jueves a ver si descubrimos que ha pasado. Gracias por comentar, Silvia.

      Eliminar
  5. La primera parte se merece un post aparte!!!! Justamente estoy conociendo intensitamente a una gran mujer y me ha llegao el texto.

    Qué aguante tienen las amigas de Alba, madre mía..
    Vaya, ya empezaba a echar de menos a Doris! Venga y que se lie parda!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mis felicitaciones por esa gran mujer que estás conociendo. Ya te echaba de menos, pero ya entiendo el motivo xDD.
      Sé que te gusta Doris jajjajajjaja, que piensas que ha pasado??.

      Eliminar
    2. Gracias :D Sííí, no me apetece nada más que ella y he aparcado un poco el resto de cosas, pero no me olvido de vosotras!

      Pues pienso que a) se han pasao con las drogas y Doris le ha puesto el orto como un bebedero de patos o b) Doris se la ha encontrado en la puerta echa polvo por una paliza con algun/a fulano/a.

      Ya veremos..

      Eliminar
  6. Holaaaaa a mi me gusta mucho este relato lo sigo desde que empezo y esta muy interesante

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Laura. Muchas gracias por comentar y por seguirnos. Espero que sigas a nuestras chicas hasta el final.

      Eliminar