Hace unos días, mientras estaba en clase, tuvimos un debate
sobre la paciencia, y me llevó a pensar en todo lo que se dijo en ese momento,
en las cosas que yo me quedé sin decir, esas cosas que creo que deberían ser
dichas.
El debate acabó con la conclusión de que la paciencia es no
saltar con lo que piensas en un momento de “calentón”, poder esperar dos
minutos a una persona... Pero para mí, eso no es ser paciente. Tener paciencia es saber mantener
la cordura, saber esperar, por eso quiero decir aquí, todo lo que quise decir y
no tuve oportunidad.
A mi parecer, a día de hoy, no existe la paciencia. Queremos
un ya, un ahora, un cuanto antes mejor, pero eso no tiene nada que ver con todo
lo que se había vivido antes, ya no forma de todos esos
valores que nos debían inculcado en nuestra infancia pero que, cómo en otras
muchas ocasiones, se fue perdiendo, fueron cayendo al olvido, careciendo de
significado simplemente desapareciendo. Son pocos los que, ha día de hoy, conocen la paciencia, y tengo envidia de ellos, envidia sana, pero envidia al
fin y al cabo.
Para mí, la paciencia es luchar por algo día tras día sin perder la esperanza, sin miedo a volver a intentarlo una vez más sin que haya
barreras y, si las hay, aprendiendo a superarlas. Es saber esperar ese momento
que tanto ansías aunque necesiten pasar meses o años para eso. Es el conseguir
las cosas con métodos propios y no regaladas. Es no necesitar darle a un botón de
una App para conseguirlo todo. Es tener una vida.
Que sí, que el tiempo ha avanzado y nos ha dado muchas cosas
nuevas. Ha cambiado mentalidades, formas de percibir las cosas y demás, pero también
hay cosas que el tiempo no ha conseguido que estén bien ahora y que antes si lo estaban, cosas que a día de hoy no apreciamos. No hay que irse lejos para darse cuenta. Antes el amor era un amor para toda la vida. Prueba de ello son esos abuelillos que
a día de hoy se miran con esos ojos de enamorados tras una vida juntos, y para
nosotros el amor ahora es algo efímero que supuestamente solo dura 6 meses y, por el cual, no luchamos, cuando ellos se tiraban meses sin verse y, a veces, incluso años, comunicándose por cartas que tardaban semanas en llegar. Nuestra paciencia se acaba a los 2 minutos cuando no recibimos respuesta por whatsapp, o
el que nos tiremos media vida intentando formarnos en lo que nos gusta,
conseguirlo, encontrar un trabajo, donde se supone que queríamos trabajar y, antes de llevar un mes, ya estemos quejándonos de él, sin
disfrutar haciendo lo, que se supone, que hemos intentado conseguir durante buena parte
de nuestra vida, de lo que deberíamos alegrarnos por haber conseguido.
Creo que no solo hemos perdido la paciencia, sino también la ilusión, el cumplir nuestras metas y sueños, a veces incluso el respeto hacia quien si quiere conseguir sus metas. Estamos perdiendo así nuestra
vida por no saber darle valor a las cosas y, mucho menos, a las personas. Porque
ahora estamos concienciados en que lo podemos tener todo en un simple clip en la puerta de nuestra casa, por
eso mismo, hemos perdido el darle valor a las cosas, el cuidarlas.
Yo quiero recuperar la paciencia, la ilusión, los sueños, y cumplir mis metas. Deseo que el mundo recupere también la paciencia de antes. Esa paciencia que esconde sentimientos, valores,
lugares, emociones... La que te hace disfrutar de verdad de la vida, de esta vida
que ahora estamos perdiendo por no apreciarla. Porque creemos que, de verdad, todo nos lo dará un simple botoncito, cuando somos nosotros, y no otros, los que deberíamos conseguir esas cosas,
Espero no ser la única que vea esto así, y que también halla quien quiera luchar por lo que realmente vale la pena.
Escrito por @srtadesquiciada
¡Oleee! Estoy de acuerdo contigo de cabo a rabo :) ¡Chapó por tus post! :)
ResponderEliminarDesde q inicie a leer, sabia que eras tú la autora. Que buen punto de ver la actualidad de muchos y q solo con él paso del tiempo se adquiere o en definitiva se pierde.
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