¿Os habéis parado a pensar que le pasa a un vaso cuando después de tirarlo le piden perdón?
Evidentemente, no pasa nada. Sigue roto en miles de piezas, y la cosa no acaba ahí. Si intentas reconstruirlo, pegarlo... descubrirás que a ese vaso le faltarán trocitos que no encontrarás.
Después, vendrá otra persona, o tu misma, volviéndolo a tirar, y volverás a pedir perdón. Ocurrirá lo mismo, seguirá careciendo de trocitos que no se encontrarán, pero esta vez faltarán más.
Y se repetirá continuamente la historia, hasta que quede un trozo afilado, que no tirarás porque cada vez que lo vayas, o vayan, a tocar será cómo un arma de doble filo, que cortará, se protegerá de aquellos que quieren terminar con él, pese ha hacerlo sin darse cuenta. Y él será el malo en boca del cortado, cuando es él, el que aguantó mil y un golpe antes de convertirse en ese arma de doble filo, y el malo de toda la película.
En definitiva, el malo variará dependiendo de quien cuente la historia.
Escrito por @srtadesquiciada
Pues si,toda la razón del mundo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. Por eso no debemos quedarnos , como dirian algunos , con la version de caperucita unicamente. ( habria que preguntarle al lobo jeje )
ResponderEliminarhaces reflexionar al lector , y eso , me gusta.
Un saludo !