Querida Diana:
Una vez más estoy sentada frente al escritorio, escribiéndote
segundos después de recibir tu carta. Todo mi alrededor carece de sentido una
vez veo tu nombre en el remitente de la carta.
María está jugando con tu madre en el patio. Se me ocurrió
la idea de comprar una piscina y ponerla en el patio, y ahí las tienes a las
dos, debatiendo quién es más infantil, y a mí mirando cada cinco minutos por la ventana,
pensado que eres tú quién juega con María.
Es imposible no recordar ese momento, cuando tus labios se
posaron con los míos, haciendo que todo se removiera en mi interior, y cuando abrí
los ojos, ver que no era un sueño, que estabas ahí, con tu sonrisa
deslumbrante, acariciando mi mejilla.
Diana, amor, me cuido y estoy bien, no te preocupes por mí. Tienes que preocuparte por estar tú bien, ya queda poquito para tu regreso,
para que vuelvas a nuestro lado. No hacía falta que le dijeras nada a tu madre,
ya hace mucho y me ayuda. Nos vemos todos los días y metida en casa es igual
que metida en la casa del pueblo, salvo que aquí veo a la pequeña disfrutar con
sus abuelos.
El libro que mandaste de las niñas seguro que le gustará a
María. Esta noche lo leeremos antes de ir a dormir y, en mi próxima carta, te
contaré todo lo que me diga nuestro bichito.
En el médico está todo bien. Son simples rutinas de médicos,
ya los conoces, siempre haciendo pruebas para sacarte algo nuevo que quizás no tenías, pero que ellos creen que sí y si no se lo inventan.
Digamos que tú y tus niñas sois como los chicos del coro,
que no sabían lo bien que cantaban hasta que Clément Mathieu apostó por ellos.
Siempre me estás hablando
de cosas que sé que te gustaría recordar en un futuro, y que estoy segura que
las recordarás, pero te quiero ayudar a ello y que a la vez me ayudes a mí a
saber cómo es todo eso que me cuentas. Así que te mando junto a esta carta un
paquete con una cámara de vídeo y un par de tarjetas de memoria. Así, cuando me
mandes cartas, me puedes mandar la tarjeta y puedo ver también lo que me
muestres. También te mandaré un par de novelas, así podéis leer novelas nuevas
y maravillosas.
Diana, te quiero, te
queremos muchísimo, disfruta de la experiencia,
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